Todo el mundo o casi todo el mundo le gusta la música, escucharla, vivirla o apoyarla con todos los sentidos. Y es que el sector de la música, más allá de los beneficios artísticos y humanos, tiene un papel muy importante en nuestra economía.
Precisamente el estudio que ha presentado la prestigiosa Oxford Economics este mes de noviembre de 2020 trata de reflejar la contribución que hizo el sector de la música en la economía de la UE y del Reino Unido en 2018 y tiene como objetivo ayudar a guiar a los responsables políticos para que apoyen a un ecosistema musical europeo sano y sólido.
Este informe proporciona, por primera vez, un análisis autorizado de estos aspectos económicos clave de la contribución vital de la música a las economías, y los números son impresionantes: En los 27 Estados miembros de la UE y el Reino Unido (según datos de 2018), el sector de la música aporta dos millones de puestos de trabajo, contribuyendo con 81.900 millones de euros del valor añadido bruto (VAB) y exporta bienes y servicios por valor de 9.700 millones de euros a países fuera de la UE. Para poner esto en perspectiva, la contribución económica de la música a la UE 28 fue mayor que el PIB de nueve países de la UE.
Es importante cuantificar el tamaño del sector musical sobre todo para que sus participantes, gobiernos y otras partes interesadas conozcan su contribución al PIB, a la creación de empleo, los ingresos fiscales y la balanza comercial. Este informe también es valioso por qué proporciona datos sobre el sector económico que a menudo no se refleja en los datos recopilados por agencias nacionales de estadística. Normalmente se focaliza o se da más importancia a las industrias tradicionales que producen bienes tangibles que a las intangibles, como el sector de la música y los eventos o los sectores de servicios digitales, como las plataformas de audio y videos musicales.
Hay muchas razones por las que dignificar nuestro sector, y este tipo de estudios ayudan y demuestran que el sector de la música y de los eventos le ha llegado la hora de ser capaz de influir en las políticas o dinámicas que lo regulan desde el ámbito nacional y europeo.